Durante todos los años que lleva trabajando Albino Real e Hijos, siempre nos hemos decantado por poseer las mejores vacas para nuestros clientes. La infiltración de la grasa que el cliente nos demanda, las vetas de grasa repartidas por toda la pieza hacen que la carne sea más jugosa y tenga mucho más sabor. Eso es lo que intentamos conseguir. Y en el caso de esta vaca lo conseguimos. Además tuvimos la suerte de poder degustarla en el restaurante donde se consumió y fue un plato exquisito como nunca habíamos probado.
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